Su cara quedo pensativa, sin decir nada. Miró hacia mis ojos de forma amenazante. Despues hagarro la bolsa que quedo sobre el cajón de madera y se arrodillo para continuar juntando manzanas del suelo.
El sol no miente, los rayos alumbraban su rostro, pero no justificaban sus lagrimas que regaban el pasto. Pense eso como una respuesta, como una forma de escapar a la soledad, y una ipocrecia que queria justificar con su ignorancia. Su hija con 15 anos estava haciendo su maleta para salir de la chosa y escapar de una vida tapada, como las ramas de un arbol tapan su tronco, de mentiras. El mundo apenas era un mundo, y los suenos, las ganas, la confianza en si misma hacian que ese mundo se convierta tan solo en una chacra llena de caminos para recorrerlo sola.
Lourdes havia tomado una decisión, y una decisión en estos tiempos no era poca cosa, una decisión en estos tiempos era determinante. Ella sabia su camino, ella sabia mucho antes que muchos otros cuando y donde estaba su triunfo!
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