En la orilla de un río, un sauce que llora dejando mojar las ramas en el agua.
Unas rocas alrededor pretenden taparlo, pero saben que son pocas para la fuerza de la corriente.
El día de sol brillante, Rosaliende sentada sobre un tronco alado de su padre, ambos mirando el agua cristalina. Por un instante se corta el silencio.
Rosaliende:- Las tortugas son azules pà?
Padre:- no
Rosaliende:- y uno tiene el permiso de confundirse así de los colores?
(Silencio)
El padre que nunca puede quedar sin responder una pregunta
Padre:- es complicado lo que estas preguntando Rosaliende, pero puedo decirte que uno puede confundirse con muchas cosas, y con los colores también. si es que reconoce aquello como un error, los colores también se confunden hija.
Rosaliende:- de la misma manera que te confundiste cuando querías volver a casa pero también querías quedarte con doña Edelmira?. Estabas confundido?
El padre gira la cabeza, la mira a los ojos un instante, Rosaliende no saca sus pupilas de las pupilas del hombre que la había procreado, y mas aya de ser su padre, aun no sabía como aquel podía reaccionar ante tal atrevimiento de sinceridad.
Rosaliende tenia ideas raras en la cabeza desde su infancia, ahora ya era una adolescente que no le tenia miedo a los azotes que su padre le podía pegar por demostrar cual desviada podía ser su conversación para que el le contestara la verdad que siempre prefería escuchar.
Padre:- no puedes hablarme así Rosaliende
Rosaliende:- simplemente me interesa saber si uno puede o no confundirse los colores de las tortugas, y saber si es de la misma manera te confundes vos con algunas cuestiones.
El padre sonríe, mira hacia el horizonte, toma unas pequeñas piedras dentro del pastizal, se levanta y con muchísima violencia las tira al río, una por una. Comienza a agitarse y se escucha como le esta costando que la respiración le llegue correctamente a los pulmones, y larga el llanto de un padre arrepentido.
Padre:- (entre llanto) si Rosaliende, así como te confundís vos con el color de las tortugas, yo me confundo, yo también me confundo…
Historia inspirada en el cuento de mis 8 años “Rosaliende tiene ideas en la cabeza” de
Christine Nöstlinger.
( Me pregunto que estará pensando Rosalinda a esta altura de la vida.)
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